jueves, septiembre 25, 2014

Foro "Acuerdo Comercial UE - Ecuador: oportunidad o riesgo?"

Estimados/as amigos/as: 
 
Les invitamos a participar en el foro "Acuerdo Comercial UE - Ecuador: oportunidad o riesgo?" que se llevará a cabo el miércoles 1ro de octubre de 2014, a las 18h30, en el auditorio del Museo Mindalae (Reina Victoria y La Niña)
 
El conversatorio, facilitado por Rosa Rodríguez, contará con la exposición de dos estudiosos expertos en la temática:

 
Maestro Alberto Arroyo, mexicano, catedrático de la Universidad Autónoma de México. Desde hace 23 años ha investigado sobre los tratados de libre comercio, quien analizará las características de los TLC y la experiencia mexicana. 
 
 

 
 
 
Elizabeth Bravo, investigadora y catedrática ecuatoriana, quien analizará las el acuerdo firmado con la UE y sus posibles impactos, particularmente en el tema agrario y propiedad intelectual.


 
Les esperamos!

Cordialmente,

Cris Soler
Comunicadora Asociación Ecuatoriana Libres Pensadores

lunes, septiembre 01, 2014



¿Por qué nos oponemos a un TLC con Europa

Agencia ecologista de Información

Ante la anunciada firma de un Acuerdo Comercial con la Unión Europea, Elizabeth Bravo, experta en temas de soberanía alimentaria y conflictos en el campo, señala que en la actualidad el Ecuador importa en su mayoría semillas hortícolas para la producción agrícola, que luego son exportadas como el caso del brócoli, desde y hacia la Unión Europea, lo que convierte a nuestro país en una especie de maquila de producción agrícola, en la que todos los problemas sociales y ambientales asociados a este tipo de agricultura son asumidos por los campesinos, y sus tierras, Bravo indica que la firma de un Acuerdo Comercial con la Unión Europea solamente va a agudizar este tipo de relaciones.
Otra preocupación para la investigadora se centra en las normas sanitarias y fitosanitarias que se derivan de la firma de este tipo de tratados, al momento existe un conflicto con los productores artesanales de queso en algunas zonas del país, quienes no pueden costear el valor de la certificación, algo que pondría en riesgo la producción local y artesanal de queso, pues sin este tipo de certificación no se puede acceder a las cadenas locales ni nacionales de comercialización.
Finalmente, Elizabeth Bravo señala que en la Unión Europea existe una fuerte política de subsidios para la agricultura, lo que pone en hace a los productos de esta zona, en ocasiones, más baratos que aquellos que se producen localmente.

Los espejitos del Tratado de Libre Comercio con la Unión Europea. El retorno de las carabelas


La Unión Europea puede darle el nombre bonito que quiera,
pero la orientación que está tomando esto.
es llevarnos hacia un tratado de libre comercio,
y eso no lo vamos a aceptar. 
Presidente Rafael Correa
Enlace Ciudadano, sábado 23 de mayo de 2009
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Se cierra el círculo. El Gobierno de Rafael Correa empezó con fuertes impulsos revolucionarios. La necesidad de recuperar la soberanía nacional era una de sus grandes motivaciones. Enfrentar la deuda externa, sacar la base norteamericana de Manta, alejarse del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) y oponerse a los Tratados de Libre Comercio (TLC) fueron algunos de los puntos básicos de la naciente gestión de la “revolución ciudadana”. 

El Gobierno de Correa, recogiendo la lucha y el mandato de varios grupos sociales se comprometió, en sus inicios, a no dar paso a un TLC con los Estados Unidos. En el Plan de Gobierno 2007-2011 de Alianza País, escrito en el 2006, se estableció como indispensable luchar en contra de los procesos impulsados por los intereses mezquinos de las mafias corporativas en detrimento de la mayoría de ecuatorianos, como el mal llamado Tratado de Libre Comercio (TLC) con los Estados Unidos, que es una propuesta depredadora de la vida misma en tanto anuncia la profundización del modelo neoliberal y una creciente sumisión antiética del ser humano al poder monopólico del capital. 

Inclusive se planteaba en aquella época que “a través de la democracia activa –con tantas consultas populares como sean necesarias– se abordarán cuestiones cruciales como el TLC”. Soplaban vientos de cambios. La democracia se perfilaba en el horizonte.

Pero, como sucede con frecuencia, angustiados por su incapacidad de cumplir sus compromisos, muchas veces con amenazas ficticias o simplemente autoconstruidas, los autodefinidos como revolucionarios terminan por concentrarse en mantenerse en el poder. El pragmatismo entierra lo revolucionario del proceso. En algún momento, la búsqueda de cambios estructurales deviene en una creciente concentración de poderes. Emerge y se consolida un caudillo. Y la misma lucha en contra de la opresión abre la puerta a nuevas formas de opresión…

Esta es la suerte inexorable de la ahora mal llamada “revolución ciudadana”, que hace rato perdió lo de ciudadano y dejó de ser revolucionaria. Las agujas del reloj, que empezaron a la izquierda, marchan irremediablemente hacia la derecha. La promesa de cambios estructurales, con la que se inició en el año 2007, llegó a su cúspide con la Constitución de Montecristi. Y desde allí se camina hacia el otro lado… La conclusión de las negociaciones del acuerdo comercial con la Unión Europea (UE) consagra esta tendencia, tanto como el retorno al FMI y al Banco Mundial. 

Los preparativos para que atraquen nuevamente la carabelas

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