MESA AUTOGESTIONADA
FEMINISMO COMUNITARIO Y EL BUEN VIVIR
Las
crisis dentro del sistema capitalista, son formas de su auto regulación, de
ninguna manera son la antesala de su destrucción o de su posible fin, todo
depende de los pueblos sometidos a la opresión, discriminación para la
explotación y del capital financiero
principalmente.
La
crisis capitalista de hoy tiene una característica principal, afecta directamente a las sociedades y pueblos sedes
de este capital especulativo.
Convocamos
a las mujeres y hombres que hoy viven y sufren en sus cuerpos y comunidades
esta crisis del capital, a dejarse seducir de nuevo por las Utopías que
nuestros pueblos en Abya Yala nos comprometemos día a día a alimentar en
procesos de cambios que vive nuestro continente.
Hoy Latinoamérica
y el Caribe tienen algunos gobiernos fruto del descontento popular con el
neoliberalismo y han tomado distancia de tratados que mantengan a sus pueblos
sometidos a la sobre explotación transnacional, sin embargo, están cumpliendo
la agenda de las cumbres de los años 90s y por lo tanto, nos corresponde como
movimientos sociales, caracterizarlos y reconocerlos como populares, no por sus
agendas capitalistas, sino más bien una plataforma de lucha antisistémica.
Si hay
corrupción no es un gobierno popular
Si
controla o pretende controlar a los movimientos Sociales, no es popular
Si es
machista y patriarcal, no es un gobierno popular,
Si
mantiene la colonización de los cuerpos y la sexualidad especialmente de las
mujeres, con la penalización del aborto y la homosexualidad, no es popular
Es el
momento de desmitificar la omnipotencia del capital, la economía de la producción,
los mitos del conocimiento y el saber, las
cárceles del cuerpo y la sexualidad especialmente sobre las mujeres y nuestros úteros
y por supuesto desmitificar y denunciar a los organismos cuidadores de la usura
capitalista como son el Banco mundial el FMI y el G20.
Los sujetos emergentes
Puede
parecer contradictorio pero seguimos siendo las mismas y los mismos que
luchamos contra el capitalismo y que seguiremos luchando, porque el sistema no
ha cambiado más bien se ha agudizado la explotación opresión y discriminación.
Lo que pasó es que no se visibilizó a las mujeres y nuestro trabajo doméstico
que sí genera plusvalía, mucho menos recogieron nuestras luchas como mujeres
contra el capital. Tampoco se visibilizó
a mujeres y hombres indígenas el trabajo campesino y su generación de plusvalía
y tampoco nuestras luchas anti coloniales y anticapitalistas.
Hoy somos nosotras mujeres y hombres indígenas y todas las mujeres de nuestra Abya Yala que no sólo ponemos el cuerpo sino que también nos
visibilizamos y no vamos a retroceder en nuestras reflexiones, acciones, aportes
y propuestas.
Las relaciones de pueblo a pueblo
Abya
Ayala, Latinoamérica y el Caribe vivimos hoy procesos de transformación, de lucha
frontal contra el sistema, no vamos a retroceder y es nuestra responsabilidad
política convocar a otros pueblos del mundo. Los procesos de transformación no
son de los gobiernos, los procesos son de nuestros pueblos, y en eso hemos empeñado
nuestro cuerpo y nuestra vida.
No
podemos entonces encontrarnos solamente en las cumbres, convocamos a iniciar
una cumbre permanente en la que reconociéndonos caminemos juntas y juntos hacia
nuestras utopías. Convocamos a
establecer relaciones y decisiones de pueblo a pueblo, decisiones sobre los
intercambios comerciales y culturales para vivir bien.
Convocamos
a los pueblos, a mujeres y hombres de nuestra América Latina, Europa, Norte América
y Asia, a tomar nuestras vidas en nuestras manos, a relacionarnos como queremos
y dejar de entregar nuestro poder de decisión a la Unión Europea, a la
Organización de Naciones Unidas, y todas esas instancias que han servido
solamente para reproducir las hegemonías económicas y legitimar la explotación
de nuestros pueblos.
Los
gobiernos y los organismos internacionales no son sin los pueblos, pero los
pueblos podemos ser sin ellos.
El vivir bien y el feminismo comunitario
El vivir bien tiene hoy una fuerte contradicción
con el trabajo y el empleo, estos dos nos alejan del vivir bien, mucho más a
las mujeres, que hacemos un trabajo
cuando las mujeres debemos desarrollar trabajo, el trabajo doméstico que
come nuestro tiempo y vida y ni siquiera es pagado.
El
vivir bien tiene hoy una fuerte contradicción con el trabajo y el empleo. Las
mujeres desarrollamos trabajo doméstico y del cuidado que come nuestro tiempo,
nuestras energías, nuestra vida, sin embargo, no es reconocido ni remunerado.
Esto nos aleja del vivir bien.
Ya no
queremos que nuestro trabajo sea para la producción del capital.
Debemos poner un límite a la acumulación y el
crecimiento económico de los países ¡No
queremos crecer económicamente, queremos vivir bien!
Recuperar
la relación entre la materialidad del producto
y el dinero.
Que
nuestro trabajo haga Frutos y no Productos para el mercado.
Denunciamos
a la ciencia de la Economía, pues no nos sirve para el vivir bien de los
pueblos, al contrario, su objetivo es crear leyes para la producción del capitalismo y la esclavitud de la humanidad donde las mujeres tenemos la
peor parte.
La
tierra no es madre solamente, como lo dijimos en
Tiquipaya, es también hija, abuela, niña y hay que dejarla descansar, cuidarla
y amarla.
Denunciamos el único interés de Europa en nuestro Abya
Ayala, las inversiones y Tratados de Libre Comercio que, entre otras
cosas, implican pérdida de soberanía y nos someten a arbitrajes internacionales,
para salvar la actual “crisis económica” Europea.
Porque los sueños se los construyen
seguimos en la lucha
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